Detrás de cada una de las biografías existe una historia mucho más profunda de la que se llega a narrar en esta recopilación biográfica de artistitas de Sollana. Ellos, no sólo son pintores, son personas como cualquiera de las que se cruzan en un día cualquiera en la comunidad. Sus vidas van más allá de sus profesiones y hobbies. Piensan y sienten como los demás. Trabajan como los demás. Tienen las mismas necesidades que los demás, necesidades fisiológicas, de seguridad, y de realización. Solo puede llegar a existir una diferencia, que han sido capaces de empeñarse en expresar una necesidad creativa que les bullía en la profundidad de sus corazones. Una necesidad de interpretación. Todos tenemos sueños, y muchos son los que esperan a tener mejores condiciones de cualquier tipo para llevarlos a cabo, pero si no se consiguen, éstos mueren y convierten en frustraciones, convirtiéndonos en negados frente a la vida. Un sueño ha de vivirse desde que penetra el corazón, se ha de retroalimentar continuamente para que no desfallezca. Si muere, una parte de nosotros desaparece y con ella, parte de lo que somos, de lo que nos identifica. Todos los seres humanos dejamos una estela que agradecen sus condescendientes, pero alguna de estas huellas deja de brillar demasiado pronto. Solo la realización de un sueño es capaz de insuflar la energía suficiente para que perdure mucho más en el tiempo una vez desaparecidos los autores. El atreverse a hacer lo necesario para vivir aquello que nos enorgullece, aquello que nos engrandece, con el trabajo y ahínco que requiere, con el tiempo y la paciencia que demanda, hará de nosotros quienes deseamos ser quienes merecemos ser, pero sobre todo hará posible saborear mas días de felicidad que de añoranza y desilusión. Aquellas palabras "Hubiera podido ser" que pronunció en su lecho de muerte quien desaprovecho sus dones y talentos para que fuese han de convertirse en "Así ha sido".
Pero, porqué empezar esta biografía de Antonio Segarra, arias ATIO acrónimo de Antonio, acreditado por él mismo para firmar sus obras de esta manera. Sencillamente, porque la fuerza de sus sueños, de sus objetivos y deseos es tan encomiable como envidiable, emocionante y vital. Es un artista estimado y estimable por lo que en esta entrevista respecto su biografía demostraremos.
Un artista nunca pierde su inocencia, sabe que en el arte esta todo por descubrir, (descubre al artista una forma de vivir), parece una paradoja frente a la multiplicidad de artistas de todo género que han creado historia, pero lo cierto es que intuye muy en el fondo de su alma, que la ausencia de su expresión, su entrega tan particular, su huella tan exclusiva a este mundo sería cuasi imperdonable. Es una especie de acuerdo compromisario con Algo que le supera y que siente en su interior. Surge de las profundidades sin necesidad de reclamo, está siempre presente.
Esta biografía de Antonio Segarra Selma, como la mayoría de las anteriores parte de una entrevista, en un viernes cualquiera. Sin embargo me parece tan fascinante que la voy a modelar tal cual se desarrolló.
Antonio está casado con Ángeles Aznar Márquez.
He nacido en Valencia, en el hospital la FE, como la mayoría de mis quintos. El día 7 de septiembre. De 1974.
Antonio Segarra Selma, firma como Atio.
Tengo un hermano, Paco, dos años menor. Mis padres son Paco Segarra Roig de la familia de los "Petiles" y mi madre es Amparo Selma Vila de la familia de los Palau. Mi abuelo y mi abuela maternos vivían con mis padres Me crié y desarrollé en la casa de mis abuelos, una casa grande y antigua, con un corral que ha sido básico en el desarrollo de mi obra, con los olores y colores de las plantas, la presencia de animales y de la continua luz que en él penetraba, luces, sombras y colores conviviendo en aquel lugar y en mi alma. De mi abuelo paterno me acuerdo mucho, falleció cuando tenía 14 años aprox., un hombre con muchas historias que relatar, de una gran bondad, y una humildad que me cautivó. Mi abuela, por parte de madre es Vicenta Vila Martínez. Mi abuelo, Antonio Selma Serra. Paterno: Francisco Segarra Vila y mi abuela, la madre de mi padre no llegue a conocerla, murió cuando mi padre era joven. A la que conocí es a la segunda mujer de mi abuelo, Paquita.
Existen antecedentes artísticos en mi madre. Siempre ha sido muy creativa. He visto dibujos a lápiz, figurativos, con una nitidez y depuración increíbles. Madre es mi más cercano referente, a pesar de que mis dibujos no seguían sus elegancias y perfecciones, sino la visceralidad con toques impulsivos, pero con trazos seguros, intencionados y bien destacados. No he conseguido alcanzar esa pureza en mis obras, pero tampoco es una de mis prioridades. Nunca me ha interesado la perfección. Particularmente no me es atractiva.
He dibujado desde siempre, pero comenzó a fascinarme el arte, a raíz de una publicación de la editorial "Orbis", que todavía conservo y consulto. En ella vi las primeros dibujos de Raphael, Leonardo y Miguel Ángel, entre otros, despertaron un gran interés en la pintura y fueron, podríamos decir, los precursores de mi caminar en este mundo de la creación, en esta fascinante aventura. Fue el principio. En la medida en que me influyen me adentro en el arte y van apareciendo otros artistas, durante el camino descubro muchos artistas y muchas obras que me interesan y con las que aprendo y me formo.
Mi formación es humanística, de letras, historia e historia del arte (aunque me matriculé inicialmente en historia del arte, acabé licenciándome en geografía e historia, especialmente en historia medieval), donde conozco todas las etapas del arte. Entonces, en cada etapa, encontré un punto de interés y autor, una obra, un referente, un estilo y unas características, sin embargo, en el arte románico, me fascinó por la fuerza que expresan las obras, obras casi siempre anónimas pero con un enorme simbolismo, con esa magia que es la comunicación, el poder llegar a la gente sin palabras, con imágenes y colores, aunque la gente no entienda de arte, en el románico no se hace arte en el sentido contemporáneo, se generan imágenes capaces de transmitir a todo espectador. Parece existir cierta ausencia de autores, son más bien artesanos, pero conlleva un poder de comunicación a través de su simbolismo que es realmente extraordinario. El románico, es especial por la fuerza y comunicación tan en vigor hoy en día, simbolismo y esquematismo tan expresivo que trasmiten la idea que con la palabra escrita no seria posible, sobretodo porque la mayoría de la población no sabía leer, ni siquiera identificar más que unas pocas palabras. La palabra escrita no sabe transferir para quienes no sabían leer. Después te adentras en el arte gótico, con esas figuras próximas al realismo del renacimiento donde la emoción está a flor de piel. En ese momento comencé, (a partir de entonces creo que empiezo a interesarme menos por la técnica y la obra de Rafael) a abandonar a Raphael y Leonardo, quizás porque dejó de interesarme la excesiva perfección de sus obras, sus extraordinarios dibujos, rostros casi divinos y paisajes tan etéreos y a la vez tan sugestivos. Desde entonces me seduce mas el arte, el hecho de la comunicación en sus diversas posibilidades, dibujo, pintura, diseño, fotografía y la literatura incluso, la comunicación, la transmisión de ideas y sentimientos. De la comunicación, ese arte expresivo más que perfeccionista. De este modo me ocurre en cada etapa. En el barroco, con autores como Rubens, Rembrandt, Caravaggio, y el gran Vermeer, el mismo Velásquez con cuadros como las Meninas, fascinante en tantos sentidos. Por esas evoluciones que tienes en la vida, van y vienen artistas, entran y salen de tu vida, pero siempre quedan unos guardados con más arraigo o fuerza, como Picasso, del que me cautiva el entusiasmo con el que crea, con esa capacidad de vincular la vida y el arte. Del Greco, me fascina su pincelada, su particular manera de presentar y de narrar, tan lejana a sus contemporáneos, pero a la vez tan válida y tan seductora.
Cuando pase al estudio de la historia, (estoy licenciado en historia), la aproximación es mucho más intensa y descubres cuantiosas consideraciones, que complementan y refuerzan ese interés por el mundo del arte muy interesantes. Te adentras en autores que solo conocías a vista de pájaro aprendiendo cosas sorprendentes. Redescubrí a Goya y Velázquez, a Ribera, a los maestros de las tablas góticas valencianas. Desmonte sus trabajos, sus formas y pinceladas, me adentre en sus cuadros y los estudie hasta el extremo de tocar, palpar sus colores y sus mezclas, el porqué de sus colores, de sus temáticas, impulsos, posiciones y ademanes, los entendí como quien por el aroma de un buen guiso descifra los elementos que lo componen.
Uno de los artistas que han marcado mi vida ha sido Picasso, para bien y para mal. Aparecen autores como Saura, Barceló, algunas obras de Tapies, Guayasamín, al que descubro por suerte en Valencia. Dalí me atrae pero no me fascina parte de su vida y de su actitud frente a ella y a sus adversidades y contrariedades, tenia muy claro lo que era y para que lo quería, no comparto mucho más con este genio, gran figura del arte, no obstante, quizás por su perfeccionismo, y yo no lo soy. Son muchos los artistas que pasan por la vida de un autor. Albert Durero, con sus dibujos del Quijote, un gran dibujante y pintor.
Me he formado en diseño e ilustración y no puedo obviar al peso de ciertas figuras básicas como son Mingote, el mismo Saura, que han demostrado ser unos auténticos maestros en este arte del dibujo. Estas habilidades me hacen pensar en otros autores como Oliver Jeffers, Cristina Durán, Escafatti, Gabriel Pacheco, Francesc Santana, Miquel Calatayud, Max, Javier Torres, entre otros. Son especialmente relevantes porque ayudan a ser y conseguir los propósitos que uno se marca en esta profesión.
¿Qué quieres conseguir? Pasión por crear.
Mas que conseguir deseo sentir esa satisfacción que desde pequeño siento, cuando busco las cosas para pintar, antes era papel y lápiz, hoy la pintura, desde que monto el lienzo hasta que termino la obra. Sentir esa emoción de principio a fin, lo resumiría diciendo que mi vida es creación, la creación es el aire que necesito y quiero respirar, sin ese aire no podría ni concebir mi vida, no soy yo. Mi vida tiene sentido con la creación, no la entiendo sin ella. Qué me gustaría que mi obra tuviera mercado fuera de los limites de Sollana, por supuesto, pero primero la vida y después la obra. Las obras son como las huellas que se marcan en las arena, en el camino que vas trazando, y que puede virar en cualquier momento, sobretodo, cuando trabajas para seguir descubriendo por donde caminas, y destinan un lugar que quizás desconozcas. Hay que disfrutarlas mientras las realizas, ellas te forman y mejoran. Es aquello de disfrutar el camino y no esperar a ser feliz en tu destino. El destino es mejor no replanteárselo al fin y al cabo, nunca sabes si llegarás donde te propones o cuando, pero mientras tanto yo voy haciendo que es lo que me gusta y me da vida. A lo mejor alcanzas lo inimaginable, pero realmente es el hecho en sí lo que me llega a motivar. El hecho de crear y llevar a realizar la obra.
Mi infancia ha sido muy feliz, y ese estado en la niñez te marca para el resto de la vida. El entorno donde creces y desenvuelves. El mero hecho de haber vivido en una época en nuestro pueblo, donde podrías jugar tranquilamente en las calles, en el parque, en los campos de alrededor, en las aceras, en las huertas, saltar acequias, subir paredes. En las casas, habían corrales donde podías, en mi caso, desplegar las alas de la imaginación para realizar actividades como pintar aunque ensuciara, donde te tranquilizaba el apoyo de tus padres y abuelos, dejando que me explayara. El corral era una especie de área de recreo para la familia, para mi era un lugar básico, allí pensaba, jugaba, montaba bastidores, manchaba, etc. Había vegetación, plantas y algún animal, gato y perro. Era una especie de pequeño paraíso donde la fantasía reinaba y apoderaba de aquellos momentos. Allí mi imaginación se desataba, recuerdo incluso jugar a las batallas con las herramientas de mi padre, simplemente porque al golpearlas hacían ruido y le daba más sentido y emoción, me gustaban las batallas y la estrategia. O, una diversidad de animales que jugueteaban entre ellos, los sonidos de las mismas herramientas me hacían imaginar mundos por descubrir. Creo que aquello fue lo que originó el llevar a la forma lo que mi mente empezaba a gestionar. Repito que mi infancia ha sido especial, ha dejado su huella en mi corazón. Después de los estudios primarios y el salto al instituto de Sueca donde prácticamente todos los compañeros seguimos realizando estudios de FP o BUP, el paso de salir de Sollana con 14 años, la independencia que asumías al coger el tren para desplazarte a Sueca, posteriormente la marcha a la universidad de Valencia, con el ambiente urbanita y plural, la inscripción en la facultad de de Geografía e Historia, especializándome en la Era Medieval, la gran ayuda de maestros capaces de estimularte ante la carrera escogida, profesores que son capaces de inspirarte ante acontecimientos históricos despertando en ti el interés y voluntad para aprender más, capaces de hacerte ver las cuestiones desde ángulos que jamás imaginabas.
Comencé a profundizar en la teoría del arte no solo por aprender a conocer y amar el arte sino por explorar mi creatividad. Estos han sido motivos por hacer del arte una parte más de mí que, sin ella, no sería yo.
A la pregunta desde cuándo pintas responde...
...No recuerdo no pintar ni dibujar. Recuerdo los tiempos de EGB, en párvulos una anécdota, que cuando pintábamos cualquier dibujo con rotuladores Carioca, me impacientaba por su fina punta para rellenar las partes del mismo. Lo destapé por la parte trasera y saqué el tampón de su interior, y a pesar de impregnarme los dedos de tinta, los rellenos los cubrían a velocidad de rayo, y además podía oler y tocar la tinta. Aquello era otra cosa. Era la década de los 80. Aun conserva mi madre algunos de aquellos dibujos de infancia.
Deseo recordar al lector que este tipo de biografía la considero viva por tener al autor presente. Es la cualidad de la misma ofreciendo la pureza de un sentimiento junto a la información que queda impresa sobre papel. Esto es lo extraordinario de este tipo de relatos, la conjugación de una historia llena de emoción captada en vivo.
¿Qué otros trabajos realizas?
Compagino mi vida de creativo como diseñador grafico y artista plástico con la de trabajador en la Banca.
¿Me puedes hablar de tus otros hobbies?
Me encanta la lectura, forma parte de mí. Jamás ha sido algo impuesto, leía porque me gustaba. El cine es otra de mis debilidades, soy exigente con el cine que quiero ver y el que me gusta. Al final, esta exigencia te puede limitar, pero por otra parte también me acerca a lo que busco. Si, sobre mi tendencia cinematográfica soy consciente de que es limitante, pero buscas más la calidad en ciertos temas específicos antes que cualquier película de mero entretenimiento. Me ocurre lo mismo con el arte, que con el tiempo adquieres un criterio más refinado y menos abstracto. También me gusta el deporte, corro desde que era un niño, corría con mi padre y mi hermano. Me encanta correr, además, practico diferentes artes marciales desde hace bastantes años.
¿24 horas al día te da para tanto?
No. Y es una frustración. He dejado de hacer otras cosas para que mi cuerpo no "reviente físicamente". He pasado varios años durmiendo unas 4 horas al día, incluso menos, porque en las noches, pintaba, creaba ilustraba, dibujaba y montaba. Tenía mi vida dividida en dos partes, la que todo el mundo conocía, trabajo, estudio y familia, y en la noche me dedicaba a crear. No podía vivir sin la posibilidad de realizar esa parte de mí como artista, como creativo.
Mi mujer, Àngels, es de Valencia y la conocí en la universidad. Siempre ha estado apoyándome, desde el primer momento supo que yo pintaba, de hecho, le dije que tenía unos cuadros para ella, con un mensaje muy especial. Hoy disfrutamos de una hija que se llama Cloe, y una de mis prioridades es disfrutar de mi hija y de Àngels.
Existen muchas distracciones en la vida y cualquiera que desee realizar algo de provecho ha de conseguir cierto grado de disciplina, organizarse y planificar para llevar a cabo sus intereses. Un poco de orden puede engendrar verdaderos maestros y ser parte referencial hacia aquellos para quienes les importamos y se preocupan por lo nuestro. En la vida podemos vivir nuestros sueños, en la medida de nuestras capacidades. Ello nos hará felices, nos llenarán de entusiasmo, brillaremos de otra manera y seremos un ejemplo a seguir.
El artista tiene una necesidad de crear inacabable, pero un padre también tiene la necesidad de disfrutar con amor a sus hijos. De ahí surge una especie de conflicto interno que si no tienes las bases claras, te trastoca la vida. No es aquello de realizarse a toda costa sin pensar en lo demás. Lo demás, esposa, hijos, también forman parte de uno y hay que dedicarles el tiempo que se merecen. Porque, ellos son el combustible para pintar obras donde tus estados de ánimo reflejen la época más feliz de tu vida. Si la auto-disciplina ha de cohabitar con el artista, la responsabilidad para con la familia nunca ha de estar a expensas de las obras creadas. Pienso, luego vivo, amo y pinto, así me reencuentro conmigo mismo.
No puedes dejar de ser lo que eres. En ocasiones dibujaba para evadirme, sin embargo llega un pico en que descubres que necesitas dibujar o pintar, lo sientes, sientes la necesidad de expresar lo que llevas en tu interior. Dibujas donde estas, en clase, en el bar, en el tren, en los paseos, en cenas, en cualquier sitio. No es una cuestión de egoísmo aislarte de esta manera de lo que te rodea, es que la mayoría del tiempo pienso en dibujar, en interpretar, en trazar.... Es como una necesidad interna que me cuesta disimular. Cuando el cuerpo te habla, dibujas o estallas.
He ilustrado a día de hoy (2013) unos cinco cuentos todos ellos para Ediciones 96. Tres publicaciones de literatura en Sollana, y otras varias publicaciones donde han aparecido mis dibujos. He escrito un libro de historia, historia de Sollana, "Un passeig per la història", un relato sobre la historia de Sollana y de las pequeñas cosas que pasan desapercibidas a los conciudadanos y que todavía podemos encontrar a pié de calle, la historia que no cuentan en los libros de historia.
Dibujo con lápiz carbón o con rotulador, después termino el cuadro con la mezcla de acrílicos, y aunque hace tiempo que no pintaba al óleo, me he vuelto a reencontrar con esta técnica. Estudié en la academia Barreira en valencia durante un año. Aprendí a pintar con óleo y pastel. Pintaba cualquier tipo de superficie. Luego descubrí el acrílico con el que vi que podía pintar superficies más grandes y de manera más rápida, y abandoné el óleo, ahora a mi estudio han vuelto los aromas del aceite de linaza y la trementina, entre otros.
Una cita del gran Picasso me desconcierta bastante: "Yo no busco, encuentro" yo que siempre estoy buscando mejorar en todos los sentidos, descubrir para encontrar nuevos caminos, me preguntaba cómo pensaba, cómo lo hacía el malagueño para encontrar sin buscar. Aunque no encuentre sin encontrar no me siento completo.
Los cuadros nos identifican, son como nuestros propios hijos, una extensión de nuestra personalidad.
Hubo una época en que me comunicaba a través del simbolismo, creando figuras y escritos surrealistas, sobre todo cuando no podía estar con quien quería estar, así inventé un lenguaje para mi y para ella a través del cual sin apenas palabras, podía expresar mucho o todo lo que quería decir, luego impaciente empezaba a mostrar todo lo que había pintado. Me fascinaba el surrealismo, pero también el cubismo, en definitiva creo que a cualquier artista creativo le seducen todo tipo de obras y estilos. En el arte, lo mejor es sumar.
Una biografía viva. Cómo he dicho al comenzar detrás de cada biografía existe una persona y una historia, una historia que en manos de la creatividad será interminable.
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