Este escrito va dirigido a todas aquellas mujeres que desconocen qué proceso se debe hacer tras haber sufrido una intervención quirúrgica por cáncer de mama y haberse puesto una prótesis.
Lo más importante es entender que ha habido una fuerte agresión, ya que todo el tejido ha sido "cortado y cosido", que es una zona delicada y presenta una piel mu sensible, que la piel se reduce cuando su volumen se ve reducido, que cuando te ponen un expansor se vuelve a romper el tejido y debe prestarse, que cuando te ponen la prótesis se corta una vez más el tejido y se añade un material que nuestro cuerpo no percibe como suyo y debe adaptarse y, en ocasiones, se aplica radioterapia que "quema" el tejido de toda esta zona.
Si tenemos claro esto, podemos entender que tiempo después presentemos problemas como dolores en el pecho, dolor en la espalda, sensación continua de opresión, fatiga, dolor cervical, dolor abdominal, hipersensibilidad... muchas veces no contamos con que todos estos problemas son derivados del tratamiento tan agresivo que se ha sufrido pero que es necesario y, lo que no sabemos es, que podemos tratarlos con fisioterapia.
Todos estos síntomas se trabajan con las diferentes técnicas que podemos aplicar los fisioterapeutas consiguiendo un beneficio que la paciente no pensaba que podría conseguir. Debe ser un trabajo muy sutil y progresivo teniendo muy en cuenta el estado de la paciente en cada momento y adaptándonos siempre a su sensibilidad y entendiendo su situación psicológica.
La mejoría está garantizada siempre que se trabaje con un profesional que esté preparado para ello. No hay que dudar en consultar qué opciones se tienen y que podemos conseguir porque siempre hay mejoría. No hay que conformarse con la situación que nos ha quedado, siempre hay que ir en busca de superarnos.
Atentamente, Rebeca March Gomis.
Noticias #Blog de Rebeca March Gómis
La Ribera
TNR